Los que vivimos aquí.

Veo que también vienen los niños, que desentendidos de la causa sufren la consecuencia y lloran de verdad porque son niños; me alegra verlos con esa tristeza momentánea que gracias a su curiosidad e inquietud logran olvidar fácilmente, convirtiéndose así para ellos, en una prueba de dolor o en un futuro relato fantasmal.
¡Me sorprende cuanta gente lo quería!, y faltó la que no pudo venir hoy, pero ayer noche amenizó con chistes y viboreos la velada; seguramente tampoco pudo venir esa gente que hace que el dolor se olvide comiendo, quiza este preparando con su buen sazón la comida para chicos y grandes, conocidos y desconocidos que a su regreso seguramente morirán de hambre y olvidarán tragando todo lo que a su paso encuentren y les den. Faltaron también los que de tanto dolor amanecieron deshidratados y con dolor de cabeza de tanto llorar, esos tampoco pudieron venir hoy.
La que si no faltó fue Miss dolores, que entre poca ropa entallada, convierte la pena en sufrimiento para hombres y mujeres, los hombres sufren por no poderla consolar y las mujeres porque nadie las consuela a ellas.
Vienen también esas viejecitas que creen que con Dios van a estar, por el simple hecho de ser viejitas, rezar todo el día y oficiar el novenario, olvidando fácilmente todo el mal que hayan podido hacer cuando fuerza tuvieron, y sin saber que en realidad ese proceso es mas largo que la vida misma.
Los que vivimos aquí, sabemos de ese proceso y lo sabemos porque lo vemos día con día, en cada momento, en cada rincón de este lugar y lo sabemos porque son los mismos de siempre, que aún no se han ido siguen aquí entre nosotros.
Los que vivimos aquí, sabemos que la vida se les detiene en eternos lapsos sin conciencia, vegetantes y algunos otros tratando de adivinar lo que les esta sucediendo. Los que vivimos aquí, hasta a veces platicamos con ellos y los escuchamos sin lograr interpretar sus deseos; los que vivimos aquí ya no sentimos miedo, solo pena por ellos.
Yo por ejemplo lo sé, porque desde muy pequeño estoy aquí y ayudaba a mi padre haciendo el mantenimiento en este cementerio, pero ahora muchas veces platico con él y con sus amigos.
Tintero
10 comentarios
lunaaaaa -
Brisa -
Espero que estes bien, besitos.
Corazòn... -
;o)
Pieladentro -
Besos y un excelente inicio de semana!!
Pieladentro
Corazón... -
Sabes? Los que vivimos aquí sabemos q los que estan ahí... pues nunca se van... siguen por siempre en nuestro corazón y pensamiento!
Un beso enorme y bienvenido, se te extrañaba...
;o)
Lyzzie -
Brisa -
Mauricio -
me alegra que hayas decidido regresar a escribir en tu blog.
recibe un abrazo
NADA -
Besitos :)
Olallinha -
Pero, al entrar en un lugar sagrado como puede ser un cementerio, los pelos se me ponen como escarpias. ¿Por qué? Sabe Dios, nunca mejor dicho.
Bonito el relato.
un besazo