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tintero

Ayer, hablé con un Ángel.

Ayer, hablé con un ángel y las suaves notas de su voz penetraron en lo más profundo de mi ser, la dulce armonía de sus palabras me hicieron saber que estoy vivo y que pertenezco a este mundo aún, sus palabras aliviaron un gran dolor que habitaba en mi cual enfermedad mortal. Fue una gran experiencia que me gustaría se repitiera día con día aunque sea solo por un momento.

Ayer hablé con un ángel y su encanto me ha transformado estoy seguro, me siento… me siento alegre y a la vez confundido, pero dentro de todos estos sentimientos encontrados seguro estoy que es alegría la que embarga por completo mi corazón y mi alma. Es muy difícil explicar con palabras lo que sentí, es muy complicado expresar y entender, a decir verdad no espero que entiendan. Ahora solo me resta esperar y esperar; se avecina la parte más difícil, hacer que este pequeño ángel hable el mismo idioma de los ángeles que le esperan y jueguen y convivan, para que así esta vida tenga un sentido más real y el valor que merece, y pueda entonces retirarme con la tranquilidad que todo ser humano desea.

Ahora, me resta esperar…

Tintero.

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